CORNICABRA

Pistacia terebinthus L.   (Cornicabra )

 La cornicabra es un árbol, o arbusto, cuya presencia es frecuente en los encinares  de nuestra región.  Se puede ver también formando parte del sotobosque en los pinares de las sierras que nos rodean, aunque no en las mayores altitudes. Raramente forma agrupaciones densas. De la misma familia que el lentisco y el conocido pistacho (de origen asiático), es una de esas especies que colorean nuestros montes de tonos ocres, amarillos, rojizos y  anaranjados en esta época del año. 

Sus hojas caducas son de tipo compuesto e imparipinnadas; con entre tres y once foliolos de linear-lanceolados a oblongos. Produce una gran cantidad de frutillos menudos y de tonos rojizos, los cuales no debemos confundir con las agallas en forma de cuerno de cabra, que dan nombre a la especie. Éstas son en realidad tumores que la planta produce como reacción ante la picadura de un insecto parásito que intenta poner sus huevos bajo la corteza del árbol. La madera y los brotes tiernos de las hojas sirven de cobijo y de alimento a las larvas (los “gusanos de la madera”) de numerosas especies de avispas y coleópteros, hasta que se convierten en adultos.

Los seres humanos utilizaban la savia de las cornicabras para obtener  la trementina de Chipre, un disolvente orgánico empleado en la fabricación de pinturas y barnices.  La madera es dura y compacta, lo que la hace muy apreciada en ebanistería y en trabajos de tornería.